La palabra pastor ha asociado tradicionalmente a la imagen de un hombre con bastón pastando solo su rebaño. Así se representó Jesús más de dos mil años atrás y para muchos aún resulta difícil concebir un pastor diferente. Esta prefiguración conecta con el imaginario y las dinámicas de las sociedades patriarcales, sobre las que -y sin menospreciar los notables avances de las pasadas décadas- aún planea la sombra alargada de la desigualdad. Salvando todas las resistencias, gente como Rocío ha seguido apostando por sus sueños, pero es importante destacar que aún hay mucho trabajo por hacer.
Actualmente, la tecnología acorta las distancias y nos conecta unos con otros alrededor del mundo. Ahora es posible y relativamente fácil encontrarnos y asociarnos con gente que comparte objetivos, que estira de un mismo hilo. En este caso hablamos de pastoras, pero no sólo. El colectivo RAMADERES.CAT ha nacido en Cataluña y está teniendo un fuerte impacto en el territorio, y aunque sea a pequeña escala, el potencial de este grupo es un valor inestimable para cada una de sus componentes. El proyecto nació hace dos años inspirado en un colectivo similar, más grande y menos específico, pero hoy, esta agrupación exclusivamente de mujeres se define por un carácter propio y unas directrices muy marcadas que son clave para mantener su eficacia. Aparte de ser una mujer otra condición para ser admitida tiene que ver con el tipo de práctica ganadera.
RAMADERES.CAT sólo admite la agricultura extensiva -al contrario del sistema industrial, que concentra el máximo de cabezas de ganado en el espacio más reducido posible.- Este colectivo de aproximadamente 70 madres e hijas se ha constituido como una plataforma de colaboración que ofrece incontables recursos: una guía básica para pastoras principiantes para superar los obstáculos burocráticos que tienen que ver con la cría de animales, consejos sobre el mundo de la leche y el queso dirigidos a las productoras de carne, una comunicación diaria que fortalece el sentimiento de colectividad y los vínculos de apoyo, charlas informativas, asesoramiento comercial, y un largo etcétera. Pero por encima de los beneficios más evidentes hay un orgullo y un sentimiento de comunidad que sólo un grupo no mixto puede ofrecer. Y así, sin que la historia eminentemente masculina de esta profesión pueda hacer sombra en el trabajo y los esfuerzos de estas mujeres, RAMADERES.CAT ofrece confianza a las mujeres que buscan romper moldes y sumarse a las filas de un oficio tradicionalmente solitario y masculino, como parte de un colectivo que está cogiendo vuelo. //
# Sensepastoresnohiharevolució. Las cinco ganaderas de este colectivo que se encuentran en el Empordà son: Ana de Maçanet de Cabrenys, Anna de Cruïlles, Brigitte de Serinyà, Judit de Gaüses y Rocío de Cabanelles. Os presentamos las cuatro que ofrecen sus productos directamente al consumidor.
