El Empordà se convierte en un paraíso cuando lo vives desde el mar. Dejar atrás la tierra firme para adentrarse en las aguas y viajar hacia el horizonte, saborear los paisajes y las vistas que sólo pueden apreciarse desde una embarcación, cerrar los ojos para sentir como la brisa acaricia la atmósfera, en medio de la nada, llenando la nariz de olor marino, notando como el sol calienta la piel ... Ese momento, en que parece que durante unas milésimas de segundo todo desaparece es una de las experiencias más placenteras que pueden vivir nuestros sentidos.
Disfrutar de todo esto al catamarán Ukelele del Eric Mañes, creador de la empresa BravaNautic, acentúa esta vivencia hasta un punto mágico. Al ser totalmente plano, con 57 m² de superficie vélica y 16 m² de cubierta diáfana que parecen una plataforma teledirigida, sin paredes ni estructuras que corten el viento, el Ukelele se convierte en un ancho espacio flotante a vela que bordea la Costa Brava, desde Playa de Aro hasta un destino incierto, que puede ser el Castillo de Tossa o la acogedora cala Canyet, todo dependerá de la excursión elegida entre el amplio abanico de posibilidades: la ruta exclusiva, la bahía del Coral, el Placer de los Cinco Sentidos o el Empordà Sunset DO.
«Una vez subes, ya no puedes bajar hasta que termine la excursión», es lo primero que dice Eric cuando das el saltito de entrada y te adentras en el mundo paralelo del catamarán, totalmente desconectado de la realidad. De repente, las doce personas que han decidido formar parte de esta aventura entráis en una burbuja en medio del agua, y sólo queda la mar, el capitán y vosotros, la tripulación que ha venido a pasarlo bien.
A medida que el Ukelele sale del Club Náutico de Port d'Aro (Playa de Aro), el movimiento urbano se aleja y da paso al azul puro que nace en la unión de mar y cielo y los paisajes y playas que van dibujando a lo largo de este trozo de Costa Brava: Sa Conca, San Pol de Mar, la playa de s'Agaró, Maset, la cala del Molino (donde se encuentra la única la vía ferrata de toda Europa que da al mar), la bahía de Sant Feliu de Guíxols, la cala del Vigatà, la cala de Urgell, Rosamar, Canyet, Concagats ... de fondo suena la música que has querido que te acompañe, y si no, Eric siempre tiene a mano «un poco de reggae, que siempre va bien». Beber fresco, banda sonora para la ocasión, «Sol, Agua y Diversión». Piensas que ya no necesitas nada más, que ya lo tienes todo para pasar un día, una tarde o una puesta de sol idílica con la compañía perfecta, ya sea con tu familia, amigos, compañeros o conocidos, que celebran contigo una fiesta privada, una ruta o excursión ... y entonces llega la magia del Ukelele, la que te hace vibrar los cinco sentidos.
Después de izar las velas y aprender a conducir el catamarán, el destino por las aguas del Mediterráneo queda en manos de los tripulantes hasta encontrar un buen lugar donde fondear, el momento de parar los motores y abandonar la embarcación para vivir el mar de más cerca. Snorkel, kayak o paddle surf son las tres posibilidades que se ofrecen para ir de aventura por los rincones más desconocidos de la costa y descubrir cuevas inhóspitas, calas de agua cristalina o sumergirse en medio de la fauna marina. Para los que quieran quedarse a bordo, también existe la opción de pasar un rato pescando, dándose un baño o disfrutando del sol y las vistas con una cerveza o una copa de vino ampurdanés en la mano.
Las horas pasan volando en el mundo paralelo del catamarán de Eric. Parece que hace un momento que has dado el saltito de entrada, pero el sol ya cae detrás de los acantilados y todo queda impregnado de aquel color anaranjado y cálido que caracteriza la puesta en el Empordà. Es el momento clave para abrir una botella de cava o de vino del Grupo Oliveda, y amenizar con una selección de embutidos artesanales de El Granero de Figueres y quesos ecológicos del Mas Marcè de Siurana. En ese preciso instante, con la copa en la mano y el paladar deleitado, se llega al máximo exponente de placer sensorial.
Las excursiones a bordo del Ukelele son garantía de una experiencia inigualable: por todo lo que se siente, porque se trata del único catamarán de estas características y dimensiones en toda Cataluña y porque su patrón, Eric, ha asegurado que todo el mundo que contrate uno de sus servicios vuelva a tierra firme con una buena sonrisa y los sentidos bien llenos de sal.
Al consultar el espacio web se puede apreciar que BravaNautic va mucho más allá del protagonista de esta historia. La empresa ampurdanesa apuesta por un turismo náutico de calidad y ofrece la posibilidad de practicar algunas de las mejores actividades multiaventura que se pueden llevar a cabo por las aguas de la Costa Brava: conducir embarcaciones sin necesidad de licencia, rutas en kayak, actividades subacuáticas, bautizos y cursos de submarinismo ... el objetivo es promover el turismo universal, internacional y abrir las puertas del mar a todo el mundo, sin importar sus condiciones físicas o económicas .//
