El diseño debe respetar y potenciar la belleza del entorno en un diálogo entre arquitectura y paisaje que consiga destacar las características de ambos. Pero, ¿cómo hacerlo cuando tenemos delante un edificio antiguo? ¿Cuáles son los retos que debemos afrontar a la hora de renovarlo? ¿Cómo interactuamos con la historia que hay detrás?
Estas son las preguntas que deben hacerse Metàl·lics Cabratosa cuando les solicitan participar en un proyecto. Y es que la empresa, especializada en ventanas y elementos metálicos, cuenta con muchos años de experiencia en el trabajo de estructuras históricas y en su adaptación a las nuevas funciones. El equipo técnico de arquitectos son apasionados de gestionar la complejidad que se esconde detrás de los proyectos, resolviendo las necesidades del cliente y ofreciendo la máxima calidad.
Una de las piezas clave a tener en cuenta es el uso que se va a hacer del edificio. En muchos casos, no es el mismo por el que se concibió. Así pues, no sólo deben adaptarse los espacios a las nuevas necesidades, sino que también deben pensarse para que sean confortables, seguros y duraderos. Conviene que el diseño arquitectónico sea muy respetuoso con el carácter del edificio cuando se quieren integrar elementos nuevos con otros preexistentes. A la hora de preparar las obras, tan importante es escoger los materiales y sistemas que se utilizarán como contar con empresas que tengan mucha experiencia y conocimiento técnico, que sean capaces de solucionar el proyecto remarcando la memoria del edificio.
La casa Mas Riells es un buen ejemplo de rehabilitación, donde la tradición y la innovación conviven de forma elegante. El equipo de Metàl·lics Cabratosa ha dedicado un montón de horas y esfuerzo para hacer realidad el diseño del arquitecto holandés Ron Van der Vliet. Juntos, han reconvertido los vestigios de una casa en escombros en una vivienda moderna en la que el cristal toma un protagonismo especial, en combinación con elementos antiguos como la piedra.
De lejos, la casa conserva el aspecto y la forma de masía; en cambio, cuando uno está dentro, se da cuenta de que hay una nueva historia por descubrir. Dentro del armazón rehabilitado se ha creado una casa amplia y luminosa con una atención amorosa a los detalles gracias a la tecnología, el diseño y la innovación de materiales. Las construcciones de acero y vidrio son la clave. Los ventanales, inusualmente grandes, inundan el interior de luz y fortalecen la conexión con el exterior. Esta conexión se consigue con la utilización de acero Cor-Ten, un material que refuerza los muros de piedra al tiempo que sujeta los cristales aislantes de gran formato, los cuales aportan eficiencia energética y aislamiento acústico. Un verdadero nexo entre tradición y tecnología que sólo Metálicos Cabratosa puede ofrecer.