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AJOUTER SUR L'ART ET LA CULTURE DE L'EMPORDÀ PAR SES PERSONNAGES

Road Trip

UNA EXPERIENCIA AMPURDANESA EN TODOS LOS SENTIDOS
Par Laura Masó

El Empordà no deja de sorprendernos. El paso del tiempo, por sí mismo, puede convertir un paisaje conocido en uno completamente diferente. Si a este hecho añadimos los cambios en los establecimientos que se localizan y las múltiples actividades que tienen lugar, nos damos cuenta de que las posibilidades de experiencias en este territorio son infinitas, y que, para quien quiera descubrirlo, elegir se convierta en todo un reto. Por eso, le proponemos una escapada de cinco días que nos llevará del Alt Empordà al Baix Empordà, con planes de naturaleza y cultura, sugerencias de actividades, de lugares donde comer y donde dormir para poder adaptarlo a las necesidades de cada uno. Una propuesta que nos hará de guía para descubrir el Empordà más auténtico y vivirlo con todos los sentidos. Y en todos los sentidos. 

Día 1: El tacto

La brisa marina nos acaricia cuando ponemos el pie en el suelo. Hoy no sopla la fuerte tramontana que caracteriza esta zona del Alt Empordà. Hemos dejado el coche en el parking de acceso al Cabo de Creus, cerca de Cadaqués, desde donde sale el bus del Parque Natural. Una vez llegados a la Punta del Cabo de Creus, damos un paseo por los alrededores y nos dirigimos hacia Cala Culip, pasando por medio de los paisajes lunares del Paraje de Tudela, para remojarnos en sus aguas cristalinas. La caminata nos ha dado hambre, así que nos quedamos a comer en el Restaurante Cap de Creus, donde nos sorprenden sus especialidades internacionales –un arroz con curry para chuparse los dedos– y la música en directo que programan a menudo . Todo, frente a las impresionantes vistas del mar Mediterráneo.

Por la tarde nos dirigimos a la Bodega Martín Faixó, donde Edgar Tarrés, hacker del bienestar, nos sorprende con una visita de winefullness. Descubrimos las propiedades del vino activando todos nuestros sentidos, combinando técnicas de plena conciencia con naturaleza y creatividad. Dejamos el equipaje en el alojamiento rural que tienen en la misma bodega, Sa Perafita, y nos desplazamos hasta Cadaqués para cenar. ¿Y qué mejor que un suquet de rape y unas gambas recién pescadas en el restaurante familiar Es Baluard? Sólo sirven pescado de las lonjas cercanas. ¡Todo buenísimo! Aún con el recuerdo salado en el paladar, volvemos hacia el hotel y, justo antes de entrar, quedamos maravillados de la espectacularidad del cielo que se observa en este lugar alejado de núcleos urbanos.

Alternativas

En Cadaqués, también podemos comer en la Enoteca MF unas buenísimas tapas maridadas con su propio vino; al siempre mítico Casa Anita, donde Juanito nos cantará la carta como sólo él sabe hacer; en el Compartir, si queremos probar un poco de todo de la cocina moderna, o en el Talla, si nos decantamos por unas tapas de altura con vistas espectaculares. Para dormir, podemos hacerlo en Casa Nereta, el Hotel Tramuntana o el Hotel Villa Gala.

Día 2: El oído

El silencio de la mañana nos despierta. Después de un buen desayuno, nos dirigimos a Capmany, donde seguimos descubriendo la tradición vinícola del Empordà. Esta vez, lo hacemos con un baño de bosque y una cata sensorial maridada con plantas silvestres en les Vinyes Olivardots. Anaïs d'Aromes en el Bosque nos acompaña para vivir una auténtica experiencia de conexión silvestre. Con la mente todavía en blanco, nos aproximamos a los estanques temporales de Els Torlits, que, al pie de la Albera, nos permiten conocer este ecosistema singular y protegido. Cuando el sol empieza a apretar, un vermut en la Agrobodega Parral de Capmany nos parece el plan perfecto para descansar, comprar unas botellas de vino ampurdanés y hacer tiempo antes de comer en La Llar del Pagès. Toni, el cocinero, es quien se encarga de seleccionar los productos, siempre de primera calidad y de temporada, como las setas o la trufa.

Por la tarde nos dirigimos a Figueres para visitar el renovado Museu Empordà y las numerosas propuestas contemporáneas y de proximidad que se pueden observar. Las horas pasan volando entre artistas y obras de arte, pero es momento de ir a Avinyonet de Puigventós, donde pasaremos la segunda noche. En el Hotel Boutique Mas Falgarona nos relajamos mientras contemplamos la puesta de sol desde el Spa, un antiguo pajar reconvertido, al igual que se ha hecho con la antigua masía. Todo el edificio se ha restaurado manteniendo el estilo original, con toques de calidad y territorio. Un detalle: todas las obras pictóricas que se encuentran son de artistas reconocidos, contemporáneos o emergentes del Empordà. La cena la hacemos en el hotel. No podemos dejar pasar la oportunidad de degustar los platos elaborados con frutas y verduras de su huerto ecológico, en un claro ejemplo de coherencia.

Alternativas

Dos recomendaciones alternativas para comer en el centro de Figueres son el Integral, un restaurante de cocina vegetariana y vegana, o bien El Motel, cocina tradicional especialistas en cocinar el nabo negro. Para dormir, también podemos hacerlo en La Farinera San Lluís (Pont de Molins), Hotel Peralada (Peralada) o Les Hamaques (Viladamat).

Día 3: El gusto

Nos desplazamos hacia el Baix Empordà y llegamos a Pals. Después de dejar el equipaje en el Arkhé Hotel Boutique, situado en el casco antiguo del municipio, la playa nos reclama. Pasamos las primeras horas del día entre el agua y la arena, junto a decenas de kitesurfers que nos dejan con la boca abierta cuando vuelan con las olas. A la vuelta, paramos en Mas Geli, donde nos espera un brunch saludable con quesos y embutidos de la zona, donde no falta el vino ecológico y las trufas de chocolate.

Por la tarde no podemos faltar en nuestra cita con el arte contemporáneo: la galería de pop up Fonteta. Este proyecto conjunto de Bombon, Galería Joan Prats y NoguerasBlanchard se instala en el Empordà sólo de junio a septiembre en el municipio con el mismo nombre, ¡así que es un auténtico privilegio poder disfrutar de sus propuestas! Y estando en Fonteta, no podemos dejar de saludar a Alba d'Abricoc y llevarnos una deliciosa Cheese Box con productos del territorio: quesos, embutidos, avellanas, confituras y hierbas aromáticas.

Por acabar el día con buen gusto nos regalamos una experiencia para nuestras papilas gustativas: cocina catalana contemporánea. En Vicus, restaurante surgido de un hostal familiar reconvertido, podemos escoger uno de sus menús de arroz de Pals, el producto estrella de la zona. Escogemos un arroz negro con chipirones y alioli de pera tan espectacular que recordaremos todavía al día siguiente. 

Alternativas

Hay múltiples opciones para comer en Pals y alrededores. El Solblanc y Es Portal en Pals; Can Bach en Sant Feliu de Boada; el Turandot, el Diferente y el Agua Azul en Begur; el Casamar en Llafranc, o La Azul, Les Voltes y el Fiego en Calella de Palafrugell. Para dormir podemos ir a Sa Calma, Aiguaclara o La Bionda en Begur, o a una de las masías con encanto que alquila VIU Empordà en varios municipios.

DÍA 4: El olfato

Impregnados como estamos de paisajes ampurdaneses, nos despertamos con la necesidad de poder llevárnoslos a casa. Por eso, primero nos dirigimos al Celler Sota Els Àngels, situado en medio de las Gavarres. Es aquí donde nos quedaremos un pedacito de alma del Empordà gracias a sus vinos procedentes de la agricultura ecobiodinámica. Unos vinos fruto del entorno y la intuición, como explican María Jesús y Guy, impulsores de este espacio entre viñedos y alcornoques. A continuación vamos a la tienda que Gla Empordà tiene en la Bisbal d´Empordà. Lejos de los souvenirs, lo que ofrecen son verdaderos trocitos de Empordà. Artesanía en su esencia y en su forma más pura, elaborada a partir de materiales, texturas y olores del territorio. No sólo en forma de objetos, sino que también diseñan hogares con estos elementos. Comemos un menú de temporada en La Cantonada, un restaurante que fusiona platos de todo el mundo con toques creativos, pero sin perder la sencillez.

Por la tarde es el turno del arte contemporáneo del Palau de Casavells. Se trata del proyecto estival de Alzueta Gallery, con sedes en las ciudades de Barcelona y Madrid. Una apuesta por la modernidad, por la radicalidad, por la transformación, por las ideas y por la política de cambio, por todo lo que, desde el arte, puede mejorar la vida de las personas. Una verdadera joya escondida.

Después de la visita, seguimos hacia La Bruguera de Púbol, donde pasaremos la última noche. Este alojamiento, sostenible y bikefriendly, despierta especial interés entre ciclistas, practicantes de yoga y personas con sensibilidad ambiental, de procedencias diversas, al igual que sus propietarios. Alquilamos bicis para dar una vuelta por los alrededores de la propiedad y nos detenemos en Es! Carxofa, donde haremos la última comida de esta escapada. Ya sea degustando el corazón de alcachofa confitado o uno de sus arroces, no podríamos haber escogido ningún sitio mejor para acabar la ruta: la autenticidad de la comida y la tranquilidad de la plaza del pueblo.

Y puesto que ya estamos en Púbol no podemos dejar de visitar la galería Caterina Roma, donde descubrimos la casa taller de la ceramista. Como novedad, este año se encuentra Manolo Sierra como artista invitado. Podremos disfrutar hasta el 31 de julio de una selección de obras que el pintor ha querido adaptar a este espacio tan único y peculiar.

Alternativas

Para comer se puede optar también por el BoTic (Corçà), La Plaza (Madremaña), por L'Escola, el local social del pueblo de La Pera, o el Monki, restaurante japonés con toques mediterráneos y originales en Monells. Para dormir podemos ir a Can Bassa, en Madremanya; La Lolita, en Sant Martí Vell, o Can Safrà, en la Pera.

Día 5: La vista

Nos despertamos el último día antes de la salida del sol. Hemos reservado plaza en una de las clases de yoga que se llevan a cabo en La Bruguera. Una actividad perfecta para volver a casa con todos los sentidos. Los primeros rayos de luz nos traen a la memoria los lugares recorridos estos días y todos los valores que nos han transmitido: autenticidad, sostenibilidad, esencia, respeto, gratitud. Nos los guardamos en la memoria. El Empordà nos ha cautivado una vez más, en todos los sentidos. Volveremos. //