Sus mieles, propóleos, polen ..., de producción propia, son producidos en parajes de alto interés ecológico -lejos de insecticidas, plaguicidas y contaminantes-, que son zonas naturales y vitales para las abejas. Hacen la trashumancia desde la Costa Brava hasta los Pirineos, para trasladar las abejas siempre a zonas buenas para ellas, y recolectan pequeñas cosechas únicas cada año.