Proponen un material sin instrucciones, abierto y que favorece el juego libre y autónomo, la única premisa es dejar hacer, sin tiempos prefijados, poco a poco. Un material que incita, invita, provoca la creación de pequeños mundos diversos, fantásticos, realistas, inventados. Hechos con procesos tradicionales, a la antigua, con materias primas suaves y robustas, tintes naturales que dejan entrever la veta de la madera, ceras y aceites que confieren un ligero brillo y unos colores vibrantes. Pintados a mano, hecho en casa, con tierra, fuego y río alrededor, y muchos niños siempre cerca que nos inspiran a diario.